
miércoles, 23 de septiembre de 2009
domingo, 20 de septiembre de 2009
jueves, 10 de septiembre de 2009
jueves, 3 de septiembre de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
bébete el zumo


Otro trabajo encaminado a entender un poco mejor los lápices de colores y nuevas posibilidades del dibujo. Para ello, una historia recurrente, ¿por qué no? El zumo de naranja entra dentro de ese grupo de alimentos de límites inciertos en los que cada segundo que pasa desde su elaboración es crucial. ¿No os recuerda al máximo establecido en 10 seg que podía pasar una patata frita en el suelo del patio del colegio?. Límite que se tenía en cuenta a la hora de sopesar si recogerla y metértela en la boca, al fin y al cabo una patata es una patata.
jueves, 27 de agosto de 2009
Aura Eterna (en construcción)
miércoles, 26 de agosto de 2009
Le daré algo de vida a esto con la historia de una paloma que tuvo la desgracia de quedar atrapada en uno de los respiraderos de nuestro horno de decere. El horno, encendido durante todo el fin de semana calcinó al animalico para proporcionarnos una de las experiencias más \m/ jevis \m/ de todo el proceso de de fundición (obviando, por supuesto, todas las imágenes de posibles accidentes que te vienen a la cabeza cuando coges una radial después de mucho tiempo).
Imaginad la solidez aparente de los huesos que se deshace en cenizas al mero contacto con los dedos... pooobre palomita
viernes, 31 de julio de 2009
Tu vuo fa'l'americano
jueves, 30 de julio de 2009
martes, 21 de julio de 2009
jueves, 16 de julio de 2009
jueves, 11 de junio de 2009
Pereat Ars (Fiat modes)

El siguiente proyecto, ocupado por abordar las metáforas que toman como referencia el cuerpo del ser humano, ha tomado forma bajo la apariencia de una colección de moda.
Bajo el nombre “Pereat Ars” tomo como alegoría del cuerpo el propio traje que lo cubre y que, como ya se ha dicho en algunas ocasiones, acabará por modelarlo. Un ejemplo de este fenómeno, algo excesivo quizá, es el antiguo mecanismo de tortura, la doncella de hierro que surge de una mala y macabra interpretación de la “capa de la infamia” (instrumento que no dañaba el cuerpo, que simplemente tenía la función de avergonzar al ajusticiado que la portase). Sin embargo, la tortura, pese a estar presente en alguno de los diseños, no es lo que nos ocupa en estos momentos.
Los ropajes son cuerpo, en la medida que lo recubren. Aunque se trate en origen de un escudo del pudor, que lo protege del beso de los elementos y de miradas ajenas, este es un factor que pretendo dejar a un lado en mi trabajo. De esta forma, los trajes e instrumentos que se presentan, actúan como una prolongación de lo sensorial en el espectador con un solo propósito: enseñarle a ver.
La metáfora del cuerpo como traje no forma parte de un sedero por el que camine sola. Ya los dadaístas emplearon el ropaje y el maniquí como paradigma de la corporeidad y elemento en el que la carnalidad se desparrama.
La marca elegida como supuesta gran entidad corporativa, Pereat Ars, pretende seguir con las líneas promovidas por Max Ernst, con su serie de litografías: Fiat Modes, pereat Ars (1919). La idea de crear una marca surge a partir de los Múltiples de Joeph Beuys. Con las sucesivas ediciones de sus múltiples, el artista se planteaba la posibilidad del espectador de posesión de un fragmento de memoria y de facilitar la relación artista-espectador, transformándola en un artista-fetichista. El fetiche, por la mera obsesión de posesión que está implícita en su significado, resultará más aprehensible al espectador.
Con todos los trajes y complementos diseñados lo que pretendo es acentuar lo sensorial en el espectador hacia los modos de ver que un reducido número de artistas pretende encontrar en ellos. Intento seguir la estela de Jana Sterbak o Rebecca Horn, que ya propusieron hace tiempo diseños potenciadores de estados introspectivos que rallaban lo poético, sobre todo en el caso de la segunda. En mi propuesta, la supuesta marca actúa como detonante para promover ayudas perezosas que permitan al espectador dar concepto a lo percibido, única forma, según Beuys de que la realidad pueda llegar a existir.
Me planteo, no carente de prepotencia, la posibilidad de romper, al menos un poco más, en el espectador la concepción de la visión frontal, heredera de la perspectiva renacentista. Cosa que los artistas llevan haciendo desde hace medio siglo, pero creo que en ocasiones, sin la colaboración suficiente. Cada uno de los trajes es más un modo de comprender que de ver, pues no pretendo en modo alguno suplantar a la obra percibida. Más bien se trata de generar las sensaciones que el artista busca en quien lo mira, o de acentuarlas de una forma táctil, basándonos en un contacto tejido-piel.
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