jueves, 11 de junio de 2009

Traje para James Lee-Byars




James Lee-Byars se enfrenta al mundo de una forma mística, basada en los fuertes contrastes, en los deseos y en las afirmaciones extremas. La Muerte de James Lee-Byars es para mí una forma de ratificar que el arte es una forma de hacer entender el mundo. Si podemos escenificar nuestra muerte, almacenando y volviendo actuales elementos anacrónicos, podemos tener el control total sobre ella y sobre nuestro mundo y podemos comprenderlo, al menos, un poco.

“El arte es momentáneo, la experiencia es lingüística”
La Duda perfecta-James Lee-Byars

Precisamente por ello, Lee-Byars se enfrenta al mundo de una forma dialéctica, intentando conciliar contrarios a partir de una pregunta que nunca llegará a responder. Lo importante es conseguir elaborar la duda perfecta, para transformarse en la esfinge perfecta. El espectador debe ser partícipe de esa duda. En cierto modo ya lo es, pues cada generación se pregunta aquello que debe ser preguntado, aunque no llegue a formalizarse. La interrogación debe recrearse en sí misma, sin que la falta de respuesta nos lleve a ser devorados.

Lo importante es la experiencia lingüística, apreciar los signos por lo que son como parte de un lenguaje sin comprender ese lenguaje. Por ello he querido que el traje de Lee-Byars fuese un lenguaje, pero no escrito, ya que jugando con la sinestesia se pueden conseguir resultados interesantes. He recurrido a una serie de símbolos que siempre me han encantado, tanto a la vista como al tacto, aunque nunca he sabido realmente qué es lo que estaba leyendo, el lenguaje en braille. Como total desconocedora, he pretendido imprimir unos signos en relieve, un lenguaje, en principio, de nada, pues no reproduce ninguna combinación lógica de letras. De esta forma sabemos que llevamos puesto un alfabeto y podemos elaborar con él nuestra propia pregunta.

El hecho de no significar nada es fundamental, puesto que de ningún modo tengo yo la potestad de trasladar al espectador mi pregunta, que ni siquiera sé aún cuál es. Preguntas tengo muchas, pero ninguna es la duda perfecta.

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